El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, presidió hoy la presentación oficial del Consejo de la Marca País, autoridad responsable de proteger, promocionar, administrar, controlar y defender la Marca, en Cuba y en el extranjero.
El Consejo de la Marca País lo integran representantes de nueve ministerios y entidades, forma parte del Instituto de Información y Comunicación Social (ICS) y será presidido por Humberto Fabián Suárez.
En la ceremonia de constitución se entregó la condición de Embajador de la Marca País de la República de Cuba al Hotel Nacional, sitio donde tuvo lugar la actividad.
También se otorgó una distinción especial al Ministerio del Turismo de Cuba (MINTUR) por la gestión eficiente en sus campañas y acciones institucionales de una Marca Destino que, dos décadas después, se convirtió en la Marca País, signo oficial indicativo de nuestra identidad.
Marrero Cruz subrayó que «hablar de la Marca País implica, necesariamente, un repaso de los principios, valores, idiosincrasia, acervo cultural y de las cualidades singulares inherentes de la nación cubana».
El premier cubano enfatizó en la labor desplegada en el ámbito jurídico, con la aprobación, en el 2021, del Decreto 54 del Consejo de Ministros, que oficializó la Marca País y la creación del Consejo de la Marca País. Y dos años después llegó la Ley 162 de Comunicación Social.
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La Marca País, dijo el Jefe de Gobierno, expresa el modo en que los Estados gestionan sus ventajas en determinados rubros, en un entorno donde se pretende ganar visibilidad para impulsar las exportaciones, atraer inversiones, potenciar el turismo y exaltar la cultura nacional.
La Marca País está relacionada con el símbolo que usaron los mambises en las guerras por la independencia. Por ello, su presencia en la historia y la cultura le concede una ventaja a la hora de posicionar este signo, reconocible por su pregnancia y asunción por el pueblo.
En el empeño de posicionar la Marca País, aseguró Marrero Cruz, resulta necesario articular el quehacer de todos los actores económicos, sociales y políticos, en pos de contribuir a la conformación de la identidad competitiva de nuestro país.
Dicha articulación y posicionamiento, afirmó, requiere de supervisión constante para garantizar su consistencia a lo largo del tiempo, la coherencia con los principios debidamente regulados en el Manual de Pautas Gráficas, y el apoyo estratégico de la comunicación.
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