ESP|ENG
Atrás

FEDERADAS CUBANAS CELEBRAN 64 AÑOS VENCIENDO IMPOSIBLES

image_print

Desde hace 64 años, Cuba posee una organización que reúne, apoya y defiende a las mujeres y sus derechos en la sociedad. El 23 de agosto de 1960, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) nació como una necesidad de agrupar a todos los movimientos feministas del siglo XX en una causa común.

En 1912, se creó el Partido Nacional Feminista (PNF), presidido por Amalia E. Mallén de Ostolaza, ensayista, sufragista y activista feminista cubana. El PNF sentó las bases para el desarrollo posterior de otras organizaciones como el Club Femenino de Cuba (1918). A la par de este club, surge en 1921 la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba, que agrupaba a las asociaciones: Club Femenino de Cuba, Congreso Nacional de Madres, Asociación de Católicas Cubanas, Asociación Nacional de Enfermeras y Comité de la Creche Habana Nueva.

La lucha feminista tuvo un profundo auge a partir de la década del 50, más abiertamente contra la dictadura de Fulgencio Batista. Organizaciones como el Frente Cívico de Mujeres del Centenario Martiano, que después en 1954 cambiaría su nombre por el de Frente Cívico de Mujeres Martianas; el Grupo de Mujeres Humanistas; la Hermandad de Madres; las Brigadas Femeninas Revolucionarias, entre otras, se desenvolvían fundamentalmente en las ciudades distribuyendo propaganda propia o del Movimiento 26 de Julio y del Directorio Revolucionario.

Como ejemplo de la contribución de la mujer en la lucha armada, tenemos en sus máximos exponentes a Haydée Santamaría, Melba Hernández, Vilma Espín y Celia Sánchez Manduley, quienes incluso participaron primero de forma clandestina. Otras mujeres también formaron parte de la lucha armada, entre ellas Isabel Rielo, Lilia Rielo, Olga Guevara, Angelina Antolín, Rita García, Ada Bella Acosta, Normita Ferrer, Flor Pérez, Eva Palma, Orosia Soto, Juana Peña, Edemis Tamayo y Delsa Esther “Teté” Puebla.

La Federación de Mujeres Cubanas fusionó en sus filas a las organizaciones mencionadas con anterioridad para inculcar una conciencia revolucionaria en la población femenina. En el propio discurso de Fidel Castro, en la inauguración de esta agrupación, expresaba que la Revolución cubana contaba con la mujer y que la FMC debía organizar a las féminas, ayudarlas en todos los órdenes: social, cultural, político con “actividades culturales, actividades sociales, actividades creadoras, actividades revolucionarias, actividades patrióticas. He ahí las actividades a las que tienen que dedicar su esfuerzo las mujeres cubanas, ¡organizadas!, perteneciendo a las distintas secciones de la Federación en todos los lugares de Cuba.”

Desde la FMC, las mujeres vieron realizadas las aspiraciones que tenían los movimientos feministas de principios de siglo. Erradicar o disminuir el machismo en Cuba no ha sido, ni es tarea fácil; pero desde la política del Estado se impulsa su eliminación con leyes, normativas, programas educativos. Uno de ellos es el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), que sintetiza la voluntad política del Estado cubano de dar continuidad al avance y desarrollo de la igualdad de género en el país, institucionalizando este derecho.

Hoy se continúan promoviendo proyectos y convenios intersectoriales para ampliar la capacitación en género en todos los escenarios, incluyendo funcionarios y hacedores de políticas de ministerios e instituciones a todos los niveles, quienes deben proyectar programas sociales, económicos, educacionales y culturales donde la participación de la mujer siga siendo significativa, como agente activa y beneficiaria de los mismos.

El Gobierno cubano, al poner en práctica su proyecto de justicia social, eminentemente humanista, trabaja por una mayor incorporación, cuidado y protección de sus ciudadanos y ciudadanas, como parte de su responsabilidad pública y por el pleno ejercicio de todos los derechos humanos de hombres y mujeres.

Hoy las mujeres son protagonistas en todas las esferas de la sociedad. Por muy complejos que sean los tiempos, son y seguramente seguirán siendo «una Revolución dentro de la Revolución».

0
0