La comunicación política se refiere al proceso de transmitir información, ideas y mensajes relacionados con la política y el gobierno a través de diferentes canales; en Cuba es fundamental para la estabilidad del sistema social y la tranquilidad ciudadana, por lo que nuestros dirigentes trabajan arduamente para resolver las situaciones que aquejan al pueblo.
Resulta imprescindible que los servidores públicos comprendan cada vez mejor las lógicas de la comunicación política y las incorporen a su ejercicio cotidiano, en un manejo ético que fortalezca el necesario consenso de la población cubana.
Igualmente, es fundamental la preparación profesional en el sector de la comunicación y el periodismo para hacer frente a campañas mediáticas y posicionar en la agenda pública los intereses progresistas.
La Ley 162/2023 “De Comunicación Social” establece en su Artículo 55.1 que: “La comunicación política legitima las ideas, los conceptos, los valores y los símbolos relacionados directa o indirectamente con el poder político, su ejercicio y consolidación”.
“Todo el cuerpo de la ley, sus definiciones, sus líneas y puntos de vista, expresan una relación de poder, una perspectiva de clase social, porque de eso se trata la comunicación política. Y sobre todo, de las relaciones de dirección y de dominación que transcurren a lo interno de la sociedad”, explicó el Dr. C. Rafael Cruz Ramos, director de Políticas Mediáticas del Instituto de Información y Comunicación Social (ICS).
¿Acaso en la comunicación social hay alguna que no sea política, o que no tenga una importante dimensión política?
Cruz Ramos aclaró que la Ley de Comunicación Social, democrática por su génesis, por su letra y espíritu, de muchas insistencias colectivas en su elaboración, hace énfasis en la comunicación para la participación popular y la transparencia para lograr el consenso social.
“Tiene un capítulo dedicado a la comunicación política y parte de una definición, de lo que ella, como espacio de legalidad, entiende por comunicación política. Es importante saber que no es «la definición», es una definición, que por supuesto la Ley necesita operacionalmente para existir.
En los incisos siguientes del capítulo, la Ley define el origen histórico, de lucha, de conformación a través de las generaciones emancipadoras y del pensamiento revolucionario que da origen a esa perspectiva de la comunicación política. La norma jurídica tiene un vínculo directo con el concepto de ideología de la Revolución cubana», señaló.
El directivo manifestó que por su condición normativa, la Ley define acciones y espacios de comunicación política, y en ello consigue abrirse al amplio escenario actual donde la dimensión “física” se conecta con la digital. En tal sentido, dijo que este precepto reconoce la comunicación política en el ámbito digital como un espacio imprescindible hoy.
“La Ley demanda de los actores de la comunicación coherencia y responsabilidad. A diferencia de otros lugares, donde la comunicación política se reduce a los medios de comunicación social, a la prensa y los políticos, en Cuba la Ley llama la atención de que no son esos los únicos responsables, las únicas voces del mensaje y de la relación política, insistiendo en la participación del pueblo en las relaciones políticas y la construcción colectiva de la nueva sociedad”.