Solo el diálogo comunica: desafíos de la comunicación comunitaria para la Cuba actual

Escribía el pedagogo brasileño Paulo Freire que “la comunicación debe permanecer siempre anclada a la cultura, en una relación dialógica y educativa capaz de integrar teoría y práctica”.

Tomando como premisa la necesidad de una comunicación cada vez más participativa, hecha para el pueblo y desde el pueblo, justo como comentaba la vicepresidenta del Instituto de Información y Comunicación Social (ICS), Belkys Pérez Cruz en sus palabras de apertura, dio inicio la primera jornada del Taller Comunicación Comunitaria: “Retos y perspectivas en el escenario cubano actual”.

Encabezado por Alfonso Noya Martínez, presidente del ICS, este espacio, al decir de Pérez Cruz, “refuerza la importancia de seguir trabajando por una comunicación que sustente la participación popular y de múltiples actores en la materialización de aspiraciones de la colectividad”, como apunta la Ley 162.

En el evento participan comunicadores y profesionales de esta rama de organismos, organizaciones de masas y políticas a nivel nacional y delegados de circunscripción de varios territorios de la Isla, que estarán exponiendo sus resultados en materia de gestión comunicativa desde la base.

Durante esta primera jornada los participantes intercambiaron experiencias desde cada uno de sus escenarios de acción sobre diversos temas, entre ellos, la educomunicación, la participación popular y la comunicación política.

Ciudadanía, comunicación y participación

La primera conferencia, “Los ciudadanos como parte de la Educomunicación”, ofrecida por la Dra. C. Ana Teresa Badía Valdés, abordó la urgencia de concretar una comunicación eficaz, la articulación de una opinión pública guiada desde las mejores prácticas comunicativas en todos los estratos de la sociedad, las estrategias de colaboración y la importancia de apropiarse en materia comunicativa de las nuevas tecnologías, entre otros asuntos.

Sobre la importancia de la persuasión y el convencimiento mediante argumentos contundentes e irrebatibles, directos, que apelen a la visualidad, conversó también Badía Valdés, así como sobre el diseño de políticas públicas encaminadas cada vez más a propiciar una gestión comunicativa que pueda llegar eficientemente a cada una de las audiencias.

“No podemos hablar de una audiencia homogénea porque cada vez más las audiencias y los públicos están segmentados. Hacer una comunicación teniendo en cuenta estás comunidades tanto físicas como virtuales es un acierto, aunque también un reto”.

“La gente prefiere los hechos ante los discursos y, en este sentido, también debemos seguir trabajando la formación”, apuntó.

“Incluso desde las escuelas es sumamente importante desarrollar la comunicación como herramienta y vincularla a los procesos pedagógicos»; sobre estas pistas va precisamente el Programa Nacional de Educación para la Comunicación, que fomenta el ICS, comentó la también profesora titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana (UH).

Al respecto resaltó que “la educomunicación es un proceso multidisciplinario que fusiona educación y comunicación, centrándose en la enseñanza y el aprendizaje mediante el uso de los medios de comunicación.

Integrar de manera efectiva los medios de comunicación en los procesos educativos con el fin de facilitar el acceso a la información, promover el pensamiento crítico y fortalecer el desarrollo de habilidades de comunicación en los individuos es el fin de esta práctica”.

Proveer de herramientas para comunicar desde la comunidad y con ello fortalecer el intercambio de información desde la participación activa y la toma de decisiones de cada miembro de la sociedad en la resolución de problemas resulta primordial.

Saber contar nuestro cuento. El cruce de caminos entre Comunicación Comunitaria y Comunicación Política.

La periodista y profesora de la Facultad de Comunicación de la UH, Zenaida Costales Pérez centró su conferencia sobre Comunicación Comunitaria y Comunicación Política.

“La comunicación comunitaria y la comunicación política tienen un camino cruzado de manera obligada”, dijo Costales.

“Hoy existen nuevas formas de la estructura informativa y de la comunicación que son creadas por la propias personas en su cotidianidad. Y para esto debemos poner atención a una comunicación menos verticalista porque la sociedad actual no funciona ya de esa manera. Hay una suerte de nueva estructura que se gestiona sobre la base del tejido popular y ahí está la mayor fuente de información y participación popular eficaz”, agregó.

La profesora intercambió también con los participantes sobre la comunicación en las redes digitales esa que no se planifica, que nace creativamente de cada individuo, con total transparencia ya que toma en cuenta las experiencias cotidianas de cada cual, y habla de cómo repensar la forma de comunicar la política aprovechando iniciativas populares que se crean de acuerdo a las nuevas necesidades colectivas.

“El liderazgo natural que surge en las comunidades es una fortaleza para la comunicación política. Sospecho que las redes de comunicación popular pueden ser hoy las más expeditas”, destacó.

El rol de los medios de comunicación en el relato de la realidad cubana actual también fue abordado por la periodista cubana, quien hizo énfasis en la búsqueda de la noticia en las pequeñas cosas de la vida, del barrio, en saber contar la realidad palpable de cada cubano porque esa es la mejor forma de llevar a las personas la comunicación política.

“Las historias están en la calle, con la gente; hay que repensar las narrativas discursivas de relacionamiento entre significados y significantes”. Estamos ante un fenómeno comunicacional que nunca se desarrolla de manera aislada, ya que es parte de procesos de movilización de segmentos sociales en lucha por sus derechos y por transformaciones de la realidad en beneficio colectivo”, aseveró la radialista.

“La teoría y la práctica —dijo— van de la mano y hay que tener algún conocimiento de teoría para anclarse luego y llevarlas a la práctica. Que tengamos la Ley de Comunicación Social hoy es bueno y debemos utilizarla, tenerla como un instrumento y, sobre todo, pensar cómo podemos contribuir a mejorarla”.

Costales Pérez destacó que resulta imprescindible habitar otra comunicación, hecha desde abajo y comprometida con cambios necesarios a la evolución civilizatoria de la sociedad; fomentar procesos de empatía en el tejido social y también seguir empoderando a la comunidad, desde la propia comunicación para contribuir a forjar un tejido social solidario respetuoso de la diversidad.

Para la segunda jornada de este taller se prevé conversar sobre la interrelación de la comunicación comunitaria en escenarios de crisis, además de conocer varias experiencias que refieren buenas prácticas en la gestión de la comunicación en consejos populares de nuestra capital.